jueves, 3 de septiembre de 2015

FACTORES QUE INFLUYEN

El paciente ingresado está expuesto a una gran variedad de microorganismos durante la hospitalización. El contacto entre el paciente y un microorganismo, en sí, no produce necesariamente una enfermedad clínica, puesto que hay otros factores que influyen en la naturaleza y frecuencia de las infecciones nosocomiales. Entre ellos podemos destacar

1. AGENTE MICROBIANO
La posibilidad de exposición que pueda producir una infección depende, en parte, de las características de los microorganismos, incluso la resistencia a los antimicrobianos, la virulencia intrínseca y la cantidad de material infeccioso (inóculo).
Una gran cantidad de bacterias, virus, hongos y parásitos diferentes pueden causar infecciones nosocomiales.
Las infecciones pueden ser causadas por:
Un microorganismo contraído de otra persona en el hospital (infección cruzada)
La propia flora del paciente (infección endógena).
La infección por algunos microorganismos puede ser transmitida por un objeto inanimado o
por sustancias recién contaminadas provenientes de otro foco humano de infección (infección ambiental).
Antes de la introducción de las prácticas básicas de higiene y de los antibióticos, las infecciones nosocomiales, en su mayoría, se debían a agentes patógenos de origen externo (enfermedades transmitidas por los alimentos y el aire, gangrena gaseosa, tétanos, etc.) o eran causadas por microorganismos externos a la flora normal de los pacientes (por ejemplo, difteria, tuberculosis). El progreso alcanzado en el tratamiento de las infecciones bacterianas con antibióticos ha reducido considerablemente la mortalidad por muchas enfermedades infecciosas. Hoy en día, casi todas las infecciones nosocomiales son causadas por microorganismos comunes en la población en general, que es inmune o que sufre una enfermedad más débil que la causada a los pacientes hospitalizados (Staphylococcus aureus, estafilococos negativos a la coagulasa, enterococos y Enterobacteriaceae).

2. VULNERABILIDAD DEL PACIENTE 
Los factores de importancia para los pacientes que influyen en la posibilidad de contraer una infección comprenden:
-la edad,
-el estado de inmunidad,
-cualquier enfermedad subyacente y
-las intervenciones diagnósticas y terapéuticas.
En las épocas extremas de la vida – la infancia y la vejez – suele disminuir la resistencia a la infección.
Los pacientes con enfermedad crónica, como tumores malignos, leucemia, diabetes mellitus, insuficiencia renal o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) tienen una mayor vulnerabilidad a las infecciones por agentes patógenos oportunistas. Estos últimos son infecciones por microorganismos normalmente inocuos, que forman parte de la flora bacteriana normal del ser humano, pero pueden llegar a ser patógenos cuando se ven comprometidas las defensas inmunitarias del organismo.
Los agentes inmunodepresores o la irradiación pueden reducir la resistencia a la infección.
Las lesiones de la piel o de las membranas mucosas se producen sin pasar por los mecanismos naturales de defensa.
La malnutrición también presenta un riesgo.
3. PROCEDIMIENTOS DIAGNOSTICOS Y TERAPEUTICOS
Muchos procedimientos diagnósticos y terapéuticos modernos, como biopsias, exámenes endoscópicos, cateterización, intubación/respiración mecánica y procedimientos quirúrgicos y de succión aumentan el riesgo de infección. Ciertos objetos o sustancias contaminados pueden introducirse directamente a los tejidos o a los sitios normalmente estériles, como las vías urinarias y las vías respiratorias inferiores.

ENTRE OTROS...
QUE SON?


En el ámbito médico se denomina infección nosocomial (Del latín nosocomīum, hospital de enfermos) o infección intrahospitalaria a la infección contraída por pacientes ingresados en un recinto de atención a la salud (no sólo hospitales).
Según la OMS, estarían incluidas las infecciones que no se habían manifestado ni estaban en periodo de incubación, es decir, se adquieren durante su estancia y no son la causa del ingreso; también entrarían en esta categoría las que contraen los trabajadores del centro debido a su ocupación o exposición.
Otras expresiones similares son: Contagio hospitalario, Infección intrahospitalaria, infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, Efectos Adversos ligados a la Hospitalización, Infección por gérmenes resistentes, o infección oportunista.
La Pseudomonas aeruginosa es un germen resistente a los antibióticos, a veces impropiamente llamado virus de quirófano o virus de hospital, ya que en realidad no es un virus, sino una bacteria, habitual en casos de contagio hospitalario.
En sentido general, el contagio hospitalario es la adquisición o propagación de una enfermedad, por insuficiente esterilización o falta de antisepsia  , poniendo en contacto de manera involuntaria, microorganismos patógenos con personas, dentro de una instalación hospitalaria, o centro de salud.